lunes, 5 de agosto de 2013

¿QUE HAY DETRÁS DE UN PATROCINIO?

Podría decir que en una vida anterior fui madridista y defendía a muerte (bueno no tanto) la camisa del equipo que decían en la España de la transición, que era el equipo de Franco. Pese a ser un comunista impúber no me afectaba lo mas mínimo ese argumento, pero años después, siendo ya un comunista pospúber, cambié de preferencias. Y aunque pasaba ya mucho del fútbol, empecé a ver al Barça con mucha más simpatía, cuando creo que llegó a ser el único equipo del mundo sin publicidad en su camiseta, al menos entre los más conocidos. Después de eso vino el logo de UNICEF al que no se puede llamar publicidad, porque no era UNICEF quien pagaba sino al revés, era el Barcelona quien aportaba un millón y medio de euros a la entidad para patrocinar proyectos de ayuda a la niñez. Todo un merito cuando la camisa blanca ya iba por la cuarta o quinta mácula publicitaria, prostituyéndose cada temporada al mejor postor. Y de repente, aparece en escena un Rey Mago, o mejor dicho un desconocido Emir con una varita mágica, o una lámpara, o una chequera llena de petroeuros, y le pide al presidente de turno que pida un deseo a cambio de llevar en la camiseta un logotipo que dice Qatar Foundation. El presidente, nada romántico pide 165 millones de euros que desconozco si es una cifra astronómica o no, para esos asuntos pero lo imagino; y con esa pasta hacer del Barça el mejor equipo del mundo. Y por supuesto que lo ha conseguido a pesar de las muchas criticas de aficionados culés, ex-presidentes y personajes tan notorios como Johan Cruyff quien valoró el acuerdo como una "mancha" para la camiseta del equipo que paso de ser "Més que un club” a ser “un club más". Pero que hay detrás de la Fundación Qatar, que saben los aficionados catalanes del emirato y que saben sobre todo esos millones de aficionados que por todo el mundo visten los colores blaugranas originales o pirateados con el logo de las letras doradas. El Emirato de Qatar y el Reino de Arabia Saudita (amiguísimos estos de nuestros monarcas) son el Caballos de Troya del sionismo-USA en el mundo árabe. Monarquías feudales y retrógradas. Promotores de los Hermanos Musulmanes que preconizan la islamización de los países árabes, dejando la puerta económica abierta a la globalización financiera dictada por el trasnochado Consenso de Whasintong y directores entre bambalinas de la primavera árabe, que fue tan dura como cautelosamente reprimida, cuando ésta se contagio en las monarquías Consejo General del Golfo. Es en Doha la capital del Emirato donde se realiza la famosa cumbre que reúne a los poderosos del mundo neoliberal, para al margen de la ONU tomar directrices para el desarrollo de la economía mundial y es en esa capital donde tiene su sede la televisora al-Jazeera, algo así como la CNN árabe que se encarga de fabricar la realidad virtual para consumo del mundo islámico. Y es ahí también donde los antaño “terroríficos” talibanes afganos van a abrir su primera embajada sin haber asumido aun el poder. Y es la Fundación Qatar la herramienta académica que trata de validar ante nuestros ojos, esa idílica visión del mundo alejada de la guerra de civilizaciones, inspirada en el pensamiento wahabista del jeque al-Qaradawi, que predica la convivencia de Mahoma con las hordas sionista y la OTAN. Que es en definitiva, de lo que se trata esa primavera árabe que están empeñados en hacer florecer en Siria cueste la sangre que cueste. Y para ello no reparan en gastos los qataries a la hora de patrocinar al equipo de la subversión anti-Asad. Y aunque no aparezcan las letras doradas sobre la tela de camuflaje de los uniformes mercenarios, la plata sale de la misma billetera. Es posible que 3.000 millones de dólares, que se dice pronto, se han invertido en Siria para forzar la salida de Asad. Pagando soldadas mercenarias de 1.300 dólares por cabeza y algo más para los asesores del mismo ejercito de Qatar. Pero el fracaso militar de esa “Legión Extranjera” y sobre todo el fracaso moral, al divulgarse los actos de barbarie y canibalismo de los asesinos, ha hecho que se oscurezca la estrella del monarca, propiciándose la abdicación del emir Amad bin Khalifa al-Thani en favor de su júnior. Mientras tanto y hasta la temporada del 2016 el Barça seguirá promocionando desde su camiseta la barbarie genocida. Y miles de “borreguitos” lo seguirán haciendo después, y encima pagando por las camisetas oficiales o piratas.