miércoles, 6 de abril de 2016

Legalización VS Revolución











Enmendarle la plana a un personaje tan querido y carismático como Pepe Mujica es cosa seria y yo voy a aceptar el reto; entre otras razones por que hasta hace bien poco y antes que él los hiciera públicos globalmente, compartía yo sus argumentos y sus razones.
Cuando uno es consciente  de que la mayoría de los actos de violencia ciudadana y la mayoría de nuestras cárceles están llenas de presos que tienen que ver con las drogas, su comercio y su consumo, es lógico pensar que una legalización podría solucionar el problema de la violencia y la inseguridad ciudadana. Resuelto el problema social de las droga y reglamentada su comercialización; con los recursos impositivos generados y los ahorrados en el gasto de los presupuestos de policía y justicia, se podría afrontar el otro problema de las drogas; el médico, el de las víctimas de la adicción. Suena todo muy idílico. Tal vez demasiado idílico.




Mujica es un referente ético y moral para muchas personas entre las que me incluyo, y sus declaraciones nos llegan al corazón, pero hay otros referentes cuyos argumentos bombardean nuestro cerebro y entre ellos est ese célebre y atípico lingüista judío llamado Noan Chonsky.
Chonsky y Mujica son dos abuelos entrañables que se conocen y se leen, “como no hacerlo en esta aldea globalizada” pero deberían leerse más intensamente. Si así fuera, el Pepe tal vez llegara a la conclusión de haber caído en una de esas trampas de manipulación de las que habla el norteamericano. Y tal vez rectificara como sabio que es.
¿A cuál de las trampas me refiero? A la segunda del decálogo, esa que dice que hay que crear problemas para después ofrecer las soluciones.
Ya casi se cumplen cuarenta años de la caída del Muro de Berlín. En aquellos años la droga en Europa solo era un problema de salud pública en plena vorágine de la heroína. La delincuencia que generaba, solo daba para personajes como el “Vaquilla” y otros “perros callejeros” delincuentes juveniles que caían en la espiral de la una vida loca. Quedaban por recorrer muchos kilómetros para llegar a ese sofisticado crimen organizado actual, convertido en un emporio financiero que compite en volumen con las finanzas empresariales. Si en aquellos años a alguien se le hubiera ocurrido la posibilidad de legalizar la mariguana, hubiera sonado como el exabrupto de una mente perversa. Pero es posible que una mente perversamente maquiavélica, de esas que se dedican a diseñar la geoestrategia mundial, le pereciera de lo mas consecuente con sus pretensiones y se pusiera manos a la obra.
Caída la Unión Soviética e imaginando un mundo unipolar capitalista, era muy difícil para las élites gobernantes resistirse a la tentación de una nueva especie de esclavitud laboral. Algo que ahora vislumbramos como un escenario posible e inmediato. Conociendo la historia y sacando sus conclusiones los cerebros pensantes (think tank) de esas élites, imaginarían un escenario de oprobio que como en otros tiempos, sería el caldo de cultivo para una nueva “involución revolucionaria”˟ y que mejor entonces que un buen somnífero para tener adormecida a la juventud (evidente sujeto revolucionario).




Sigamos el razonamiento de Chonsky. Si una medida como esa (la legalización) surgiera directamente de las élites, como un decreto de la OMS por ejemplo, generaría demasiadas suspicacias, pero si esa misma iniciativa fuera puesta sobre el tapete por una intelectualidad progresista, todo sería muy distinto. Tal como está ocurriendo.
¿Quién está realmente detrás de la guerra contra el narco? ¿Quién diseño la batalla de México como antes la de Colombia? ¿Quién creó esos personajes míticos del Chapo o Escobar? ¿Por qué esa guerra termina justo en la frontera con EE.UU.? Podría seguir con una docena de conjeturas que nos aclararan aún más el panorama.
El argumento de Chonsky que estoy aplicando al tema de la legalización de las drogas sugiere que todo este entorno de violencia e inseguridad ha sido creado por aquellos que mas beneficio esperan sacar de la misma. Manuales de guerra no convencional filtrados del Departamento de Estado nos dan ejemplos de cómo se pueden construir estos escenarios por razones de seguridad nacional (SN de ellos) para un sinfín de propósitos. La aparición de Monsanto tras el proceso legalizador en Uruguay, nos habla de otro tipo de intereses.


Manual de Gene Sharp.  La Guerra No Convencional


Pepe Mujica es un hombre bueno y los hombres buenos a veces solo imaginan los mejores escenarios. Si la generación de sus padres allá en el Uruguay de los 50´ hubiese legalizado la mariguana, seguro que hoy no sería la personalidad que es. No hubiera sido el presidente de su país, ni el preso político, ni el guerrillero. Tal vez si las hubiera tenido, en ese utópico o distópico˟ pasado, sus veleidades redentoras se hubieran desvanecido como se desvanece el humo de un “puroemota”; y si se hubiera mantenido puro ante la tentación canabinoide, es posible que no hubiera encontrado  en su ciudad, los muchachos necesarios para montar una célula.
Ese pasado hipotético de Pepe Mujica, es el presente real que ya tiene muchos jóvenes (sujetos revolucionarios) y que los amos del mundo quieren para todos.

Tienen sus razones para quererlo.






˟ Recalcar la reciprocidad o la simultaneidad de estos antónimos. Desde un análisis maniqueo de la sociedad donde existen dos clases sociales antagónicas (ricos y pobres, explotadores y explotados), lo que es bueno para una es malo para la otra y viceversa. Así que una revolución para el bando ganador de la misma es una involución para la perdedora. Y la útopía o la distopía, dependerá del lugar desde donde nos toque observarla. Son las paradojas de este mundo dual.


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