Detrás del glamour que muestran las majestuosas imágenes de China cada
vez que hay algún evento deportivo o cultural, se oculta una realidad incómoda.
La del país que sigue teniendo el récord mundial en emisión de CO₂. A las
grandes potencias no les gusta que nadie ande descubriendo sus miserias y
suelen obrar en consecuencia, algunas con más rigor y menos contemplaciones que
otras.
Este es el caso de China y de Lu Guang un fotógrafo que ha querido ser
testigo de su época y está pagando las consecuencias.
Lu Guang es uno de esos valientes necesarios, un hombre lleno de coraje
que sabe capturar en impactantes imágenes la voz de aquellos que necesitan ser
escuchados. Guang es un reportero gráfico multipremiado y reconocido que ha
dedicado su vida en denunciar las lacras de su país, China; estas situaciones
alarmantes que sacuden la república van desde las drogas, el VIH, la pobreza o
las infancias robadas hasta los problemas ambientales generados por la
industria.
Pues, ahora, Lu Guang está en
paradero desconocido según ha denunciado su esposa Xu Xiaoli que dice no haber
tenido noticias de él desde entonces; al parecer, según noticias recientes,
Guang podría estar detenido por los servicios secretos chinos por seguridad
nacional pero, no existe rastro virtual de él.
El polémico trabajo de Guang la verdad es que hace pensar en teorías conspiratorias de las que, lo único que se sabe a ciencia cierta, es que la última vez que se supo de él fue desde Urumqi, capital de la región de Xinjiang. Las últimas pesquisas realizadas sobre el caso, ponen de manifiesto que Lu había sido retenido por la seguridad nacional y los oficiales lo han confirmado, pero, entonces ¿por qué no le han dejado comunicarse con su mujer todavía?
Xu escribía en Twitter, “Lleva más de 20 días perdido, soy su familiar más cercano y no he recibido noticias de su detención [...] he contactado repetidamente con la policía de Xinjiang, pero han sido incapaces de ponerme con nadie [...] sólo espero que vuelva sano y salvo. “
Guang, que ha ganado en tres ocasiones el prestigioso concurso World
Press Photo, tiene entre sus hazañas gráficas la de mostrar en “Los pueblos del
SIDA”, el caso de 678 personas que contrajeron el VIH tras vender su sangre y
de las que 200 ya han muerto.
Sus realistas e incómodas capturas y sus proféticas declaraciones hechas en 2017 en las que aseguraba que en China no sabías cuando te podías meter en problemas porque no había normas establecidas, han encendido las alarmas.
Mucha gente se está sumando al dolor de la esposa de Lu Guang y
denuncian, por ejemplo, que Weibo, una red social china parecida a Facebook, ha
eliminado las etiquetas relacionandas a la desaparición del fotógrafo de sus
"trending topics".
Otros como Cédric Alviani, director de Reporteros sin Fronteras del Este de Asia, pide que expliquen dónde está Lu y que se asegure la libertad de movimiento y seguridad a los periodistas, incluyendo a aquellos que están en la provincia de Xinjiang; aún no ha obtenido respuesta.
El humo sale de una central eléctrica de carbón en Shizuishan, China.